El impacto emocional provocado por la situación de pandemia del Covid-19, ha generado miedo, preocupación y estrés a un elevado número de la población; muchas personas han reconocido haber sufrido descensos en su estado de ánimo como consecuencia del aislamiento social debido al confinamiento, miedo al contagio ya sea propio o de algún familiar, tristeza o ansiedad en algún momento en esta crisis sanitaria.
Durante estos tiempos tan inciertos nos encontramos con la necesidad de, no solo cuidar de la salud física sino que ha salido de relieve cuidar la parte emocional para poder afrontar las presiones surgidas a raíz de la nueva situación de los últimos tiempos. Encontrar un equilibrio emocional, físico y espiritual se ha convertido en todo un reto y saberse poner uno mismo como prioridad es más importante que nunca.
La autoestima (o percepción que se tiene de uno mismo), es otro factor clave que ha quedado con la pandemia y capacidades como la resiliencia o las propias fortalezas han quedado en segundo plano.
Después de tantos meses donde tanto se ha echado a faltar la vida anterior al virus global, poco a poco toca recomponerse y cuidarse la autoestima perdida.
En este punto será muy importante fijar la mirada en el diálogo interno: qué te dices, cómo te lo dices, aprendiendo a reconocer y valorar a la persona que realmente estás prestando atención a las propias fortalezas, planificando nuevas metas u objetivos que en definitiva harán que te sientas más feliz.
Cuando la persona se encuentra en un estado de calma interior, su sistema inmunitario se ve beneficiado de él y en consecuencia tiene una mayor defensa sobre los agentes infecciosos.
El sistema inmunitario se nutre del estado emocional y afecta directamente sobre la salud; por lo tanto será bueno aumentar la confianza y la percepción positiva para fortalecer y mejorar el bienestar personal tan importante en el día a día.
En estos tiempos que estamos viviendo otro punto importante ha sido la decisión de ponerse o no la vacuna del Covid-19; la falta de información y el miedo a lo desconocido han originado incertidumbre y bloqueos emocionales hacia la propia salud.
Crear la inmunidad de grupo una esperanza. La reflexión de hacerlo o no convertidos en emociones contradictorias.
En este punto, recordemos cómo la manera de pensar, juega un papel importante de caras a las defensas que son la clave en la respuesta al virus.
Mi recomendación personal es poder disfrutar de los pequeños momentos de felicidad y poder hacerlo desde un estado de serenidad interior.
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