Los 14 síntomas de la ansiedad más comunes

La mayoría de las personas experimenta síntomas físicos y psicológicos de ansiedad en algún momento de su vida, puesto que esta es una respuesta común del ser humano ante situaciones de estrés o que suponen grandes cambios.

Según datos del Institute for Health Metrics and Evaluation, se estima que 284 millones de personas en todo el mundo sufrieron un trastorno de ansiedad en 2017.  

Una mudanza, organizar una boda, preparar un examen o vivir una pandemia son situaciones que pueden desencadenar las más diversas reacciones en las personas. A su vez, estas se pueden expresar físicamente en forma de, por ejemplo, dolor de cabeza, hiperventilación o sensación de ahogo, tensión muscular, entre otros. 

Hombre presentando posibles síntomas de ansiedad. Fuente: Unsplash.

Estas reacciones suelen ser esporádicas y remitir con cierta rapidez. Pero, si se prolongan en el tiempo y comienzan a interferir con tu vida, podrían ser síntomas de un trastorno de ansiedad

En este artículo te explicamos cómo identificar los 14 síntomas más comunes de la ansiedad y te damos algunas recomendaciones para ayudarte a controlarlos. 

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¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad?

Los síntomas de la ansiedad se presentan como reacciones involuntarias del cuerpo o la mente humana. Por ello, por lo general, estas reacciones se clasifican en síntomas físicos y síntomas psicológicos.

Si reaccionas de una determinada manera cuando vives situaciones de estrés o cambio y te estás preguntando si eso puede ser un síntoma de ansiedad, te invitamos a descubrir los síntomas físicos y psicológicos más comunes de la ansiedad.

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Síntomas físicos de la ansiedad 

Algunos de los síntomas físicos de la ansiedad son:

  • Sudoración
  • Temblores 
  • Fatiga 
  • Boca seca
  • Dolor de cabeza 
  • Tensión muscular
  • Problemas gastrointestinales  
  • Hiperventilación 

 1. Sudoración

La transpiración o sudoración en exceso ocurre cuando el corazón bombea sangre más rápido de lo habitual, produciendo una mayor oxigenación y haciendo que la temperatura del cuerpo se eleve. 

Esta reacción ocurre independientemente de la temperatura ambiental y se trata de un mecanismo del cuerpo que ayuda a estabilizar la temperatura corporal. 

Se trata de una reacción que se puede experimentar en muchas situaciones de la vida diaria que provocan un cierto grado de estrés, como, por ejemplo, hablar en público. Por ello, este síntoma no suele asociarse por sí solo con un trastorno de ansiedad. 

2. Temblores   

Los temblores constituyen una reacción habitual del cerebro cuando este percibe un peligro y comienza a preparar al cuerpo para luchar contra esa amenaza. 

 

Los temblores son normales en caso de una amenaza real, como, por ejemplo, una posible pelea, pero pueden ser debilitantes si estas no son reales y se  experimentan de manera habitual.

  

3. Fatiga 

La preocupación en exceso o la intranquilidad continua pueden hacer que una persona se sienta físicamente exhausta.

Sin embargo, la fatiga puede ser provocada por diversas afecciones médicas o trastornos de depresión, por lo que este síntoma por sí solo no suele ser considerado para diagnosticar un trastorno de ansiedad. 

4. Boca seca

La sequedad, así como tener una sensación pastosa en la boca y la garganta, se produce cuando las glándulas salivares no pueden ejercer su función correctamente debido al estrés.

Si sufres ciertos niveles de ansiedad, podrías experimentar esa sensación de boca seca durante largos periodos de tiempo. 

5. Dolor de cabeza

La tensión acumulada en los músculos de los hombros, el cuello, la mandíbula e incluso los ojos puede tomarse como una respuesta ante una situación de preocupación o estrés. A su vez, esta acumulación puede causar migrañas y cefaleas. 


Mujer con dolor de cabeza. Fuente:
Unsplash.

Si tienes dolor de cabeza cada vez que vives una situación que te provoca estrés, este podría ser un síntoma de un trastorno de ansiedad. Es importante intentar dominar la situación, por ejemplo, con técnicas de relajación, para aflojar los músculos y reducir el dolor de cabeza. 

 

6. Tensión muscular 

Como hemos dicho, la tensión en la parte superior del cuerpo es muy habitual cuando se viven situaciones de estrés. 

La tensión muscular puede prolongarse en el tiempo, provocar molestias graves e, incluso, desencadenar una tensión muscular crónica.

Los ejercicios de estiramiento, así como las técnicas de relajación, pueden ser muy efectivos a la hora de combatir este síntoma de la ansiedad. 

7. Problemas gastrointestinales

El dolor de estómago, la sensación de hinchazón, los gases, el estreñimiento o la diarrea son algunos de los síntomas físicos que las personas pueden experimentar en situaciones de ansiedad. 

Estos síntomas suelen ser pasajeros, pero, si los padeces de manera habitual, es importante que recibas atención médica, pues podría tratarse de una enfermedad gastrointestinal. 

8. Hiperventilación

La falta de aire o la sensación de ahogo se produce cuando hay un exceso de oxigenación que rompe el equilibrio adecuado entre el oxígeno y el dióxido de carbono que hay en tu organismo, dando pie a la hiperventilación. 

Para remediar este síntoma físico, es necesario lograr unos niveles adecuados del oxígeno inspirado y el dióxido de carbono espirado a través de una toma de oxígeno más lenta. 

La hiperventilación es un síntoma común de la ansiedad y de los ataques de pánico.  

Síntomas psicológicos de la ansiedad 

Entre los síntomas psicológicos más comunes podemos incluir los siguientes:

  • Preocupación excesiva  
  • Miedos irracionales  
  • Pensamientos obsesivos
  • Dificultad para concentrarse  
  • Dificultad para tomar decisiones
  • Intranquilidad

 

9. Preocupación excesiva

Cuando acontecimientos de la vida diaria provocan una preocupación excesiva, un estado de vigilancia continua o una sensación de peligro inminente en una persona, esto podría ser una señal de que sufre ansiedad. 

Además, vivir en un estado de preocupación continua puede provocar fatiga, tensión muscular, dolor de cabeza e irritabilidad. 

Todas las personas tienen preocupaciones, pero si crees que tu respuesta ante situaciones cotidianas es desproporcionada, esto podría ser un síntoma del trastorno de ansiedad generalizada.

 

10. Miedos irracionales

El miedo irracional es un temor excesivo frente a una situación específica, como estar dentro de un túnel, subir a un ascensor o ver un perro. 

A pesar de que las personas que sufren un miedo irracional son conscientes de que el miedo no es real o es irracional, no pueden controlar ni evitar ese sentimiento.

Si el miedo es constante y desproporcionado, puede tratarse de un síntoma de ansiedad. Además, si está asociado siempre con la misma situación, por ejemplo, los espacios cerrados o la altura, podría tratarse de una fobia

11. Pensamientos obsesivos

No ser capaz de dejar de pensar en un problema o en un malestar puede ser la consecuencia de tener pensamientos obsesivos. 

Las personas que experimentan este síntoma se ven atrapadas en un bucle de pensamientos que, en lugar de aportar claridad a una situación, solo incrementan la confusión.  

Este es uno de los síntomas más comunes del trastorno de ansiedad generalizada.

12. Dificultad para concentrarse

Los pensamientos incesantes hacen que sea imposible para una persona concentrarse y hacer foco.  

Si bien es cierto que la falta de sueño o la fatiga pueden dificultar la concentración en momentos puntuales, la falta habitual de concentración en actividades diarias como el trabajo puede estar asociada a un trastorno de ansiedad. 

 

13. Dificultad para tomar decisiones

La indecisión y el miedo reiterado a tomar una decisión equivocada es también un síntoma psicológico común de muchas personas que sufren ansiedad.

 

14. Intranquilidad

Si sientes que no tienes seguridad o confianza para abordar situaciones de la vida cotidiana, puede que sientas intranquilidad en tu día a día. 

La sensación de inquietud o intranquilidad constante es otra característica de la ansiedad. 

Muchos de los síntomas que hemos descrito son comunes a diversos tipos de trastornos de ansiedad. A pesar de que los síntomas de cada uno de ellos pueden variar, hay algunos que se repiten, como en el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno de ansiedad social. 

A continuación, enumeramos los síntomas más frecuentes del trastorno de ansiedad generalizada y los del trastorno de ansiedad social. 

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Síntomas del trastorno de ansiedad generalizada

El trastorno de ansiedad generalizada es un problema de salud mental que causa una preocupación y una ansiedad excesivas ante situaciones de la vida diaria. 

Algunos de los síntomas son:

  • Preocupación excesiva
  • Pensamientos obsesivos
  • Dificultad para tomar decisiones 
  • Intranquilidad 
  • Fatiga
  • Tensión muscular 
  • Temblores 
  • Sudoración
  • Irritabilidad

Síntomas del trastorno de ansiedad social

El trastorno de ansiedad social, también llamado fobia social, provoca miedo, ansiedad y ganas de evadirse de situaciones sociales o, incluso, de actividades diarias como ir a la escuela o al trabajo. 

Los síntomas del trastorno de ansiedad social pueden incluir: 

 

  • Temor a que una persona te juzgue 
  • Miedo a hablar con extraños
  • Tener ansiedad antes de participar en actividades o situaciones sociales
  • Preocupación por sonrojarse, sudar o temblar al interactuar con otras personas en la vida diaria
  • Ritmo cardíaco acelerado 
  • Temblores
  • Sudoración
  • Dificultad para respirar o sensación de ahogo
  • Aturdimiento
  • Tensión muscular

Consejos para controlar la ansiedad

Sentir ansiedad en  determinados momentos de la vida es completamente normal. Existen diversas prácticas, ejercicios y técnicas de relajación que te pueden ayudar a manejar tus sentimientos y emociones ante una crisis de ansiedad. 

Estos son algunos de los consejos de Nuna:

 

  • Haz ejercicio de manera regular para eliminar el exceso de energía y despejar la mente.
  • Practica meditación u otras técnicas de relajación para observar tus emociones, de manera tal que puedas aceptarlas y no te bloqueen. 
  • Realiza estiramientos o practica yoga para relajar los músculos y las articulaciones, previniendo también la tensión muscular y el dolor de cabeza. 
  • Limita el consumo de cafeína, alcohol y tabaco, ya que suelen aumentar tu ritmo cardíaco.
  • Lleva una dieta rica en alimentos no procesados, como frutas y verduras. 
  • Realiza ejercicios para aliviar la ansiedad y el estrés, como ejercicios de relajación o respiración. 

Grupo de mujeres practicando yoga. Fuente: Unsplash.

 

¿Necesito ayuda de un profesional de la salud mental? 

Si experimentas algunos de los síntomas mencionados con cierta regularidad, puede ser una señal de que padeces un trastorno de ansiedad. Tratar la ansiedad con un psicólogo puede ayudarte a manejarla (y no al revés), así como a reducir tus síntomas de manera rápida.

Si esta es la primera vez que estás pensando en acudir a un especialista de la salud mental, es normal tener preguntas como ¿qué profesional debería elegir?, ¿cuánto cuesta? o ¿cuántas sesiones voy a necesitar para sentirme mejor? Puedes leer las preguntas más habituales antes de ir al psicólogo aquí.

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