De acuerdo a los datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 350 millones de personas sufren de depresión en todo el mundo. Es por esto que esta enfermedad es considerada como la “epidemia del Siglo XXI”.
¿A qué se debe la expansión de esta patología?
Constantemente vivimos buscando tener una vida exitosa y feliz, nos exigimos de sobremanera para alcanzar los estándares impuestos por la sociedad tales como ser lindos, delgados, inteligentes, jóvenes, etc. Pensamos que la felicidad está en viajar, tener un gran trabajo, una buena pareja, vivir cómodamente.
Generamos todas esas expectativas irracionales que más que traer felicidad terminan generando lo contrario. Y esta infelicidad se debe en gran parte a que siempre inventamos una nueva necesidad, lo que lleva a enormes frustraciones y desilusiones, ya que caemos en el sentimiento de la insuficiencia de que nuestra vida no es satisfactoria.
Cuando estamos tristes o cuando otra persona lo está solemos usar con naturalidad el término “estoy/está deprimido/a” o “depre”. Pero, ¿realmente somos conscientes y entendemos lo que significa la depresión?
Previamente, resulta importante clarificar que la tristeza no es sinónimo de depresión. Decir que la tristeza es algo malo no tiene sentido. Dicho sentimiento nos permite distinguir aquello que realmente es de importancia para nosotros. Cuando la tristeza se presenta, nos relacionamos con la pérdida y luego desaparece. Es decir, transita un período de tiempo y luego se va.
Cuando la tristeza se mantiene o se intensifica por un espacio prolongado, posiblemente se vincule con una depresión.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por profundos sentimientos de tristeza, pérdida, frustración o ira que impactan en la vida diaria durante un período extenso de tiempo.
Por lo tanto, se puede decir que mientras la tristeza es un proceso adaptativo que permite asimilar diferentes situaciones como la pérdida ya sea de alguien que queremos, una separación, etc., la depresión es un proceso patológico caracterizado por una profunda tristeza o melancolía, pérdida de placer o incapacidad de disfrutar de las cosas que tiempo atrás generaban satisfacción.
Cuando alguien tiene depresión, pierde el placer en disfrutar de las relaciones sociales y empieza a vivir en una burbuja de aislamiento.
La depresión varía dependiendo de cada persona, sin embargo, es posible describir características de los signos y síntomas que tienen en común:
– Sensación de vacío
– Pensamientos de inutilidad o culpa
– Pesimismo
– Sentimiento de desesperanza o abandono
– Irritabilidad
– Cambios en el apetito y aumento o disminución del peso
– Insomnio o hipersomnio (aumento o disminución del sueño)
– Pérdida del deseo sexual
– Dificultad en la concentración
– Aislamiento
Aprender a identificar cuáles son los principales signos y síntomas es el primer gran paso para hacer frente a la depresión. Los síntomas que se han descrito en el artículo pueden serle útil para detectar e identificar que se sufre de una enfermedad, pero no se aconseja realizar un autodiagnóstico ni un tratamiento por sus propios medios.
Es aconsejable contactar y acudir a terapia psicológica ya que los resultados en las terapias suelen ser muy efectivos y positivos para la persona que lo padece. El proceso terapéutico permite desarrollar recursos para afrontarlos de forma eficaz y superar la depresión.
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