La ansiedad se presenta en las personas de muchas maneras diferentes. A veces se manifiesta, por ejemplo, como un trastorno de pánico, una fobia o una obsesión. Otras veces la ansiedad puede aparecer ligada a cierta situación o momento del día, tal como el caso de la ansiedad nocturna.
En este artículo, te contaremos de qué se trata este tipo de ansiedad, cuáles son sus síntomas para ayudarte a reconocerla y cómo se puede tratar y aliviar poniendo en práctica ocho recomendaciones que hemos preparado para ti.
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¿Qué es la ansiedad nocturna?
La ansiedad es una emoción caracterizada por sensaciones como el temor, la angustia, la agitación y el nerviosismo. Si bien muchas veces, frente a hechos puntuales de riesgo, la ansiedad ayuda a la persona a mantenerse alerta, en otros casos se vuelve una condición que permanece durante más tiempo e interfiere con su vida diaria.
Cuando la ansiedad aparece durante la noche, se habla de ansiedad nocturna. Por lo tanto, no resulta extraño que, debido al momento del día en el que ocurre, la calidad del sueño y la ansiedad estén intrínsecamente relacionadas. Sin embargo, la falta de sueño no es el único motivo de la ansiedad nocturna. Te contamos cuáles son algunos otros factores desencadenantes a continuación.
La ansiedad nocturna aparece en el momento en que la persona intenta descansar. Fuente: Unsplash.
Causas de la ansiedad nocturna
Muchas veces, durante el día, el ritmo de vida y la multiplicidad de actividades que ocurren en simultáneo (el trabajo, los estudios, las relaciones personales, etc.) mantienen a la persona ocupada. Por la noche, sin embargo, cuando la persona intenta descansar, todas las preocupaciones que llenó durante el día con actividades vuelven a aparecer y este suele ser uno de los principales causantes de la ansiedad nocturna. Pero, además de no lidiar con las preocupaciones durante el día, otros causantes de este malestar son:
- Trastornos del sueño: el sueño y la ansiedad se retroalimentan e influyen la una sobre la otra. A veces, el consumo de algunos medicamentos o sufrir de otras enfermedades pueden provocar que la persona no pueda dormir bien y, en consecuencia, sufra de ansiedad. En otras ocasiones, es la misma ansiedad (ocasionada por otros motivos) la que causa los malos hábitos de sueño.
- Estrés durante el día: suscitado, por ejemplo, por conflictos laborales o problemas económicos.
- Preocupaciones imaginarias: la persona usa este momento de descanso para analizar situaciones futuras y plantear posibles escenarios, los cuales son, casi siempre, poco esperanzadores.
- Dolencias físicas: la presencia de dolores corporales, sumados a los trastornos del sueño, pueden favorecer la aparición de la ansiedad nocturna.
Síntomas de la ansiedad nocturna
Muchos de los síntomas de la ansiedad nocturna se corresponden con aquellos que presenta la ansiedad generalizada. Sin embargo, una de las características principales de la ansiedad nocturna es que, tal como lo sugiere su nombre, ocurre durante la noche. Algunos de los síntomas del trastorno de ansiedad nocturna incluyen:
- insomnio, es decir, falta de sueño o imposibilidad para dormir;
- desvelo (despertar durante la madrugada y no poder volver a dormir);
- sudoración;
- un estado de ánimo agitado o nervioso;
- mareos o vértigos;
- dolores musculares;
- terrores nocturnos, episodios de gritos y miedo intenso mientras la persona duerme;
- aumento del ritmo cardíaco;
- sofocos y presión en el pecho;
- temblores;
- ataque de pánico nocturno, entre otros.
¿Cómo puedes superar la ansiedad nocturna?
La severidad y el número de síntomas varía en cada persona. Mientras algunas sufren muchos síntomas a la vez, otras pueden experimentar uno o dos síntomas solamente. Pese al malestar que ocasionan, mediante algunas técnicas o ejercicios para calmar la ansiedad la persona puede intentar aliviar el malestar y mejorar su calidad de vida. A continuación, te contamos algunas técnicas para superar, prevenir y mejorar la ansiedad nocturna.
Hacer ejercicio
El ejercicio tiene enormes beneficios para la salud: mejora la presión arterial, alivia dolencias físicas, libera endorfinas (por lo cual te sientes bien), aumenta la autoestima, reduce el estrés y la ansiedad nocturna, etc. Cabe destacar que, pese a sus innumerables beneficios, en el caso de que la persona padezca de ansiedad nocturna, muchos profesionales de la salud recomiendan no hacer ejercicio físico durante las últimas horas del día para que este no interfiera con los niveles de sueño.
Comer liviano por la noche
Las comidas abundantes requieren que el sistema digestivo esté activo durante más tiempo y, en consecuencia, que la persona se sienta pesada e «incómoda» para descansar. Además de acompañar el ejercicio con una dieta saludable a lo largo del día, comer liviano por la noche ayuda al cuerpo a prepararse mejor para descansar.
Realizar psicoterapia
La terapia es una de las maneras más efectivas de lidiar con los ataques de ansiedad nocturnos, las crisis de pánico, la depresión y el estrés, entre otros trastornos. La psicoterapia consiste, de modo muy resumido, en hablar sobre la afección. En la consulta, los profesionales de la salud mental ayudan a la persona a encontrar el desencadenante de la ansiedad nocturna y le brindan herramientas para gestionar y aliviar el malestar. Entre los beneficios de hacer psicoterapia se encuentran:
- Ofrece una mirada objetiva y profesional ante una problemática.
- Mejora la calidad de vida del paciente.
- Brinda herramientas para manejar los conflictos.
- Ofrece apoyo emocional.
- Ayuda a que la persona aprenda a conocer y a manejar sus emociones.
- Es confidencial y profesional.
- Desarrolla habilidades como la escucha y la empatía.
- Mejora las relaciones interpersonales.
Cabe destacar que la terapia es una gran herramienta para todas las personas, sin necesidad de que se esté atravesando por un conflicto o de que se sufra un trastorno mental. La terapia promueve el autoconocimiento y sirve para ayudar a que la persona se sienta feliz en su día a día.
Acompañar con un medicina alternativa
Además de los medicamentos, también existen algunos remedios caseros que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la ansiedad nocturna. Si bien muchos son de venta libre, te recomendamos siempre consultar con un médico o farmacéutico para conocer cuáles son las dosis adecuadas para ti. Algunas de las medicinas alternativas para ayudar a gestionar la ansiedad nocturna son:
- La valeriana: es una planta que se consume en forma de té, gotas o píldoras. Entre sus beneficios, ayuda a relajar y a calmar los nervios y el estrés. Es una de las medicinas alternativas preferidas por mucha gente a la hora de intentar lidiar con el insomnio.
- La manzanilla o el tilo: generalmente se consume en forma de té, también ayuda a calmar la ansiedad.
- La lavanda: puede utilizarse para aromatizar el ambiente, hervirse para realizar aromaterapia o consumirse en forma de píldora.
- La ashwagandha: es una hierba adaptógena que se utiliza desde hace siglos en la medicina ayurvédica y sirve, principalmente, para reducir los niveles de cortisol (la hormona del estrés).
Algunos remedios naturales, como el té de tilo o las píldoras de lavanda o valeriana, pueden ayudar con la ansiedad nocturna. Fuente: Unsplash.
Limitar el uso de los aparatos electrónicos
La luz de las pantallas de los ordenadores o los teléfonos móviles no permiten que el cuerpo reciba las «señales» que envían algunas hormonas para inducir al descanso. Además, el uso excesivo de las redes sociales antes de descansar contribuye a aumentar los niveles de ansiedad, ya que, muchas veces, la persona compara su vida con la de los demás y se angustia o frustra al creer que su realidad no se condice con el «ideal» que otras personas muestran en estos sitios. Lo más recomendable para disminuir el riesgo de sentir ansiedad nocturna es no utilizar los aparatos electrónicos al menos una hora antes de dormir.
Para aliviar la ansiedad nocturna es mejor no utilizar aparatos electrónicos a la hora de descansar. Fuente: Unsplash.
Practicar la meditación
Existen diferentes maneras de practicar la meditación. En su formato más tradicional, una voz en un audio, o vídeo, guía los pensamientos de las personas. Otras formas de meditación incluyen el uso de cuentos, canciones relajantes, técnicas de relajación guiadas para que la persona se conecte con el cuerpo, etc. Practicar la meditación ayuda a la persona a relajarse y a conectar con el momento presente.
Detectar y gestionar los pensamientos negativos
Ante un episodio de ansiedad nocturna, los pensamientos negativos pueden empeorar los síntomas. Cambiar la forma de pensar lleva tiempo y a menudo requiere de la ayuda de un profesional (mediante el uso de, por ejemplo, la terapia cognitivo-conductual). Sin embargo, aprender a detectar esos pensamientos cuando ocurren puede ayudar a la persona a frenar el círculo vicioso que ese diálogo interno crea y a tomar distancia de «el hecho» y «lo que se dice acerca de ese hecho».
Consumir algunos medicamentos (solo bajo prescripción)
Si el profesional de la salud lo cree necesario y recomendable, en algunos casos, acompañará la terapia con el uso de medicamentos. Si bien los medicamentos no curan la enfermedad mental, ayudan a mejorar los síntomas de manera significativa. El medicamento adecuado dependerá de la situación personal del paciente y de la forma en la que el cuerpo responde a la medicación. Entre los medicamentos más comunes se encuentran los ansiolíticos y los antidepresivos.
¿Cuándo debes buscar ayuda de un especialista de la salud mental?
No poder dormir una noche porque al día siguiente tienes un examen o una entrevista de trabajo o porque te vas de viaje es normal. Sin embargo, cuando la intensidad y la frecuencia con la que aparecen los síntomas interfiere con tus actividades y supone un problema para tu bienestar personal, lo más recomendable es que consultes con un especialista en salud mental, como psicólogos o psiquiatras.
Mediante la terapia es posible encontrar y tratar las causas de la ansiedad nocturna, así como encontrar herramientas para aliviar y mejorar los síntomas. Recuerda: eso que tú o algún ser querido siente en este momento puede aliviarse. El primer paso hacia una vida más feliz y plena puede estar a una decisión de distancia.
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