Depresión en las mujeres: síntomas y tratamiento

La depresión es una enfermedad que afecta a personas de todos los géneros y edades. Sin embargo, debido a factores como los cambios hormonales o la predisposición genética, las mujeres tienen mucho más riesgo de padecer una depresión que los hombres. 

En este artículo, analizaremos detenidamente los síntomas de la depresión en las mujeres, así como también los tipos de depresión que las afectan, los factores que contribuyen a su desarrollo y los posibles tratamientos para aliviar esta condición.

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¿Por qué la depresión afecta más a mujeres que a hombres?

De acuerdo con estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, las tasas de depresión son muchísimo más altas en las mujeres que en los hombres. Una de las razones es el efecto antidepresivo que la testosterona tiene en el hombre y el efecto que hormonas como la progesterona y el estrógeno tienen en la mujer. Sin embargo, además de los factores hormonales, existen otros factores que aumentan el riesgo de las mujeres de sufrir depresión, entre los que se incluyen factores genéticos y biológicos. A continuación, detallaremos cuatros de los factores que más impacto tienen en el desarrollo de la depresión en la mujer.

Depresión en la mujerLas tasas de depresión en las mujeres son hasta tres veces mayores que en el caso de los hombres. Fuente: Unsplash. 

 

Factores de depresión en las mujeres

Algunos de los factores de riesgo de depresión en la mujer incluyen: 

  • Factores genéticos: existe cierta predisposición en los genes que facilitan que, con el entorno adecuado, la mujer desarrolle esta condición en algún momento de su vida. La existencia de antecedentes familiares suele ser un indicador de este factor. La incidencia de la depresión relacionada a factores genéticos es más recurrente en las mujeres que en los hombres.
  • Factores hormonales. Las hormonas juegan un rol fundamental en el bienestar de las personas. No obstante, la frecuencia con que la mujer atraviesa cambios hormonales (por ejemplo, durante el ciclo menstrual, en el embarazo o el posparto) aumenta el riesgo de que sufra de depresión.  
  • Factores biológicos: las diferentes etapas de la vida traen aparejados cambios físicos y psicológicos que incrementan el riesgo de sufrir depresión. Durante la pubertad, la menopausia o la perimenopausia (etapa anterior a la menopausia), los cambios físicos y en el estado de ánimo favorecen a que la mujer sufra de depresión.
  • Factores psicosociales. Tanto las condiciones personales como el entorno social y laboral actúan sobre la salud mental y el bienestar de las personas. En el caso de la mujer, la presión social y la variedad de roles que atraviesa en simultáneo (por ejemplo, trabajadora, esposa y madre) influye en el aumento del estrés y conduce a que sea más propensa a sufrir depresión.

Estos cuatro factores son cruciales cuando se busca determinar los causantes de la depresión en la mujer. Sin embargo, además de estos, existen muchos otros causantes de la depresión. Algunos de ellos pueden contribuir al desarrollo de la depresión en hombres y en mujeres por igual, como vivir un episodio traumático (la pérdida de un ser querido o haber sufrido un abuso sexual), algunos problemas de salud, el abuso de sustancias como el alcohol o las drogas, etc. 

 

Tipos de depresión en las mujeres

Según las causas, la sintomatología e, incluso, la etapa de la vida en la cual se presenta, se hablará de un tipo de depresión u otro. A continuación, enumeramos los tipos de depresión más frecuentes en las mujeres.

Trastorno disfórico premenstrual

Durante el ciclo menstrual, la mayoría de las mujeres (cerca de un 80%) experimentan un amplio rango de síntomas que dan lugar a lo que se conoce como síndrome premenstrual. Tales síntomas incluyen la sensación de rigidez en las mamas, dolores de cabeza y de ovarios, cambios de humor, irritabilidad, ansiedad y tristeza.

Sin embargo, un pequeño grupo de mujeres experimenta cambios extremos en el estado de ánimo, los cuales afectan a su calidad de vida e impactan no solo en sus relaciones personales y sociales, sino también en su desempeño laboral. Esta condición se conoce como trastorno disfórico premenstrual (TDPM) y es un tipo de depresión severa que requiere de la ayuda de un especialista en salud mental. Los síntomas aparecen, generalmente, dos semanas antes del inicio del ciclo menstrual. Según el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos, el TDPM afecta al 5% de las mujeres en edad fértil. 

Depresión durante el embarazo

El embarazo es la etapa de la vida de la mujer que contiene, posiblemente, la mayor cantidad de cambios físicos, hormonales, psicológicos, así como sociales y laborales, en un periodo de tiempo relativamente corto. Algunos de esos cambios incluyen:

  • Un aumento de peso rápido que obliga a la mujer a enfrentarse a una figura nueva y hasta entonces desconocida.
  • Cambios en el trabajo: enfrentarse a periodos de baja laboral por maternidad o cambios en su carrera.
  • Dolencias físicas como dolor de espalda, vómitos, cansancio, etc.
  • Problemas económicos o con la pareja preexistentes que se agudizan con la llegada de un hijo.
  • Cambios en los niveles de energía, el apetito y la libido.

Depresión en el embarazoLos cambios físicos, psicológicos y hormonales durante el embarazo favorecen la aparición de episodios de depresión en las mujeres. Fuente: Unsplash.

Si bien el nacimiento de un hijo puede provocar mucha alegría, los cambios abruptos que produce su llegada pueden llevar a que la mujer sufra de depresión. Es importante reconocer los síntomas y no confundirlos o «normalizarlos» con las sensaciones propias del embarazo, ya que la depresión durante este periodo es una enfermedad mental y, como tal, requiere de la ayuda de un profesional de la salud mental. Entre los síntomas de depresión en el embarazo se encuentran:

  • Pensamientos suicidas o posibles intentos de suicidio.
  • Consumo de drogas ilícitas.
  • Pérdida de interés por las actividades que antes le causaban placer.
  • Baja autoestima.
  • Ansiedad excesiva acerca de la llegada del bebé.

Depresión posparto

Este tipo hace referencia a la depresión que muchas mujeres (entre un 10% y un 15%) atraviesan luego de dar a luz. Muchas madres experimentan sentimientos de melancolía, episodios de llanto y dificultad para dormir durante los días posteriores al parto, pero estos episodios suelen durar un máximo de dos semanas. No obstante, algunas madres padecen episodios depresivos más graves y de mayor duración, a los cuales se los conoce como depresión posparto. La intensidad y la duración de los síntomas son cruciales para diferenciar a la depresión posparto de la «melancolía» inicial que algunas madres sienten. Entre los síntomas físicos y psicológicos más frecuentes de este tipo de depresión se destacan:

  • Dificultad para relacionarse con el bebé.
  • Intentos de lastimarse a sí misma o al bebé.
  • Llanto excesivo.
  • Sentimientos de culpa y miedo a no ser buena madre.
  • Cambios extremos en el apetito y el sueño.

Depresión perimenopáusica 

Se define clínicamente como menopausia al periodo de amenorrea (falta de menstruación) cuya duración es de 12 meses o más. La perimenopausia, por su parte, es el intervalo de periodos de menstruación irregulares que ocurren justo antes de la menopausia. 

Un estudio publicado por Jama Network determinó que las mujeres que se encuentran atravesando esta transición (entre la perimenopausia y la menopausia) poseen hasta tres veces más riesgo de sufrir de depresión que aquellas que aún están en edad fértil. Una de las causas está relacionada con el cambio en algunas hormonas, como el estradiol, la cual tiene una gran implicancia en el desarrollo sexual de la mujer. Algunos síntomas de depresión perimenopáusica incluyen:

  • Dificultad para dormir
  • Tristeza que no se puede explicar
  • irritabilidad

Aunque es inevitable y común que la mujer atraviese cambios fisiológicos y hormonales a lo largo de su vida, sobre todo en etapas como la menopausia, la depresión no debe aceptarse como parte natural de estos procesos. En cualquier etapa, ante la presencia de episodios de depresión, es crucial pedir ayuda a un especialista lo antes posible. 

 

Síntomas de la depresión en las mujeres

Al igual que los factores de riesgo, los síntomas de la depresión en la mujer pueden estar ligados a la edad o la etapa de la vida. Algunos de los síntomas depresivos más frecuentes en la mujer incluyen:

  • Estado de ánimo triste o pesimismo que se extiende durante mucho tiempo.
  • Irritabilidad extrema.
  • Sentimientos de culpa, nulidad y falta de esperanza.
  • Dolores de cabeza, de espalda y problemas digestivos.
  • Pensamientos suicidas.
  • Disminución de la libido.
  • Pérdida de interés.
  • Trastornos en el sueño.
  • Movimientos psicomotrices más lentos de lo normal.
  • Baja autoestima y pérdida de confianza en sí misma.
  • Fatiga extrema.
  • Dificultad para concentrarse.

Tratamiento para la depresión

Pese a la variedad de los factores de riesgo, a todos los posibles causantes (que pueden ser tan únicos como personas hay en el mundo) y a la multiplicidad de síntomas, debes saber algo muy importante: la depresión puede tratarse

Buscar ayuda para la depresiónLa depresión en las mujeres puede tratarse con la ayuda de un profesional de la salud mental. Fuente: Unsplash.

¿Cuándo buscar asistencia médica?

Cuando la tristeza deja de ser un sentimiento pasajero, se extiende en el tiempo o cuando la dificultad y severidad de los síntomas le impiden a la persona continuar con su vida diaria, será entonces momento de buscar ayuda. A veces un episodio depresivo puede estar relacionado con otra enfermedad subyacente, por lo cual, ante la duda, lo mejor es recurrir a la consulta de un profesional de la salud. 

Habla con un profesional de la salud mental 

Los psicólogos y psiquiatras están preparados para asistir a la persona y ayudar con el diagnóstico de depresión. Durante la consulta, el profesional hará un análisis exhaustivo de las posibles causas de la depresión, los tipos y la severidad de los síntomas, y le ofrecerá a la persona alternativas que ayuden con el tratamiento de la depresión. Algunas de esas alternativas pueden ser:

  • La posibilidad de tratar la causa y mejorar la calidad de vida del paciente mediante la terapia. Siguiendo su rama de desempeño o tipo de terapia en la cual se especialice (como puede ser la terapia cognitiva conductual o la psicoterapia), le brindará al paciente herramientas para gestionar la depresión.
  • Medicamentos: de ser necesario, acompañará el proceso terapéutico con la prescripción de fármacos con el fin de aliviar los síntomas de la depresión.

La depresión afecta a cada persona de manera diferente, por lo que no existe un único tratamiento posible. La tarea del terapeuta será encontrar qué cosas funcionan para esa persona para así ayudarla a aliviar los síntomas de la depresión. También la misma persona puede incorporar algunas prácticas con el fin de cuidar su salud mental y prevenir la depresión. Te enseñamos algunas de ellas  a continuación.

Cuatro consejos para ayudarte a cuidar de tu salud mental  

Como mujer, hay ciertas cosas que pueden ayudarte a prevenir la depresión. 

  1. Cuida tu salud física. La salud física está intrínsecamente relacionada con la salud psicológica. Cuidar tu salud física mediante el ejercicio y una dieta saludable es una de las mejores maneras de prevenir la depresión. Además, está demostrado que, en el caso de la mujer, ayuda a aliviar las molestias relacionadas con el ciclo menstrual, a retardar los efectos de la menopausia e, incluso, según algunos estudios, a aliviar y aligerar el trabajo de parto.
  2. Descansa. La falta de sueño conlleva un mayor riesgo de sufrir depresión. Intenta dormir 8 horas todos los días.
  3. Dedica tiempo para ti misma. Busca algunos momentos en la semana para hacer actividades que te gusten y te hagan bien. Recuerda: además de madre, amiga, esposa o trabajadora eres una persona y mereces disfrutar de la vida.
  4. Apóyate en tus amistades y familia. Las mujeres, a diferencia de los hombres, suelen hablar de los sentimientos con más facilidad. Esto es muy sano y positivo. Habla con tus seres queridos sobre aquello que te preocupa. A veces, ser escuchados es todo lo que necesitamos para aliviar el malestar. 

La depresión y tú: dos entidades diferentes

La depresión no es un estado de tristeza crónica ni es parte de la personalidad o del «carácter» de una persona. La depresión es una enfermedad mental severa y frecuente que afecta a millones de mujeres en todo el mundo. Si bien es cierto que aparece vinculada a ciertos momentos de la vida, no debe aceptarse como un sentimiento con el que «hay que convivir».

El apoyo social y familiar es muy bueno y necesario. Sin embargo, detrás de palabras de aliento y consuelo como «no estés triste», puede haber una mujer que sufre las consecuencias de una condición grave que requiere de la ayuda de un profesional de la salud mental. Si crees que tú o alguien cercano sufre de depresión, pide ayuda. Es posible tratar esta enfermedad con la ayuda de un psicólogo y lograr vivir una vida más satisfactoria y feliz.

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