La depresión afecta la manera de pensar, de sentir y de comportarse de quienes la sufren, además de ocasionar cambios en el estado de ánimo y en la salud física. Es por esto que la depresión es considerada como un problema de salud mental grave. Las personas tanto adultas como jóvenes pueden sufrirla, aunque los síntomas en una y otra etapa de la vida son algo diferentes entre sí.
En este artículo revisaremos cuáles son los síntomas más comunes de la depresión en adolescentes, cuáles son los perfiles más propensos a sufrir una depresión y qué puedes hacer si alguien de tu familia está atravesando esta enfermedad.
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La depresión en adolescentes impacta en su estado de ánimo. Fuente: Unsplash.
¿Qué es la depresión en adolescentes?
Como te explicamos anteriormente, la depresión es una enfermedad mental grave que se expresa (aunque no únicamente) como una intensa tristeza, pesimismo o ira, sentimientos que se mantienen durante un largo periodo de tiempo. Algunas señales de depresión en adolescentes son:
- Mal humor constante.
- No disfrutar de ninguna actividad.
- Presentar trastornos alimenticios o cambios bruscos de peso.
- Dormir muy mal.
- Falta de energía.
- Aislarse de los seres queridos.
Aunque muchos de estos comportamientos pueden presentarse en adolescentes que no sufren depresión, sí pueden ser considerados como señales de alarma de que algo está ocurriendo.
Síntomas de la depresión en adolescentes
Durante la adolescencia, la depresión se manifiesta provocando cambios de actitud y de comportamiento severos respecto a los que la persona tenía previamente. Estos cambios provocan angustia y dificultades al momento de desenvolverse en la escuela o en el hogar familiar.
Los síntomas de la depresión en adolescentes se pueden clasificar, según las alteraciones que provocan, en dos tipos: cambios en el estado de ánimo y cambios en el comportamiento.
Cambios en el estado de ánimo
En el plano emocional, las alteraciones que provoca la depresión suelen generar sentimientos como:
- Tristeza. Se manifiesta en un llanto sin razón aparente o en un estado constante de irascibilidad, al borde del mal humor.
- Frustración e ira. Ambos sentimientos son generados por situaciones menores que, en momentos sin la presencia de la depresión, no producirían tales reacciones.
- Pérdida de interés. Situaciones que antes producían deseo o satisfacción ahora carecen de relevancia. También puede ocurrir con el afecto hacia determinadas personas.
- Baja autoestima. Se expresa en una baja valoración de sí, incluyendo sentimientos de culpa que antes no existían.
- Autocrítica desmedida. Al culparse de situaciones, actuales o pasadas, en demasía, se incurre en una autoinculpación exagerada.
- Sensibilidad desmesurada. Tanto al rechazo como al fracaso, pero sobre todo de las personas. Se busca la aprobación ajena durante la mayor parte del tiempo.
- Déficit de atención. Se expresa en trabas para pensar o para tomar decisiones, dificultades para recordar determinados sucesos o problemas para concentrarse en las cosas importantes.
- Pesimismo. El futuro es percibido como algo desalentador, lo que puede llevar a tener pensamientos negativos relacionados con la muerte o el suicidio.
Cambios en el comportamiento
En el plano del comportamiento, entre los síntomas depresivos más comunes sufridos por las personas adolescentes, destacan:
- Problemas de descanso y falta de energía. Fruto de un mal descanso que puede derivar en insomnio o, por el contrario, en que la persona duerma demasiado.
- Alteraciones del apetito. La depresión puede disminuir el apetito y ocasionar bajadas de peso pronunciadas o, por el contrario, aumentar el apetito y provocar subidas de peso.
- Consumo de drogas y alcohol. El abuso de sustancias provoca alteraciones en el comportamiento y puede derivar en una adicción a las mismas.
- Intranquilidad. Se suele manifestar en una agitación continua (no poder mantener la calma, retorcerse las manos, hacer aspavientos, etc.).
- Disminución de la destreza. Esto afecta, sobre todo, a la agilidad mental y a la rapidez de movimientos corporales.
- Aislamiento social. La persona se aleja de sus familiares, de sus amistades y hace de la soledad la norma.
- Bajo rendimiento académico. Por desidia o pérdida de interés, la persona adolescente que sufre de depresión comienza a tener un rendimiento académico malo. Incluso, puede incurrir en faltas repetidas a la escuela.
- Dejadez en la higiene. La depresión hace que se preste menos atención a la apariencia personal y que la higiene quede en un segundo plano.
- Ira descontrolada. Comienzan a manifestarse comportamientos peligrosos que ponen en riesgo a las personas que le rodean y al adolescente en sí (autolesiones, cortes, etc.).
- Riesgo de suicidio. En algunos casos, la depresión puede conducir a una ideación suicida o, incluso, a un intento de suicidio.
Son muchas las señales que pueden estar indicando que una persona adolescente está padeciendo una depresión o un trastorno del estado de ánimo. Si quieres indagar más sobre este tema, te aconsejamos leer cuáles son los síntomas más comunes de depresión en los hombres y los síntomas más comunes de depresión en las mujeres.
La depresión en adolescentes es más común cuando existen otros factores de riesgo. Fuente: Unsplash.
Adolescentes con más riesgos de sufrir depresión
Aunque la depresión puede aparecer en cualquier etapa de la vida, es durante la adolescencia cuando mayores riesgos hay de sufrirla. Esto es porque se trata de una de las etapas más sensibles de la vida, cuando la mayoría de las personas experimentan cambios profundos y trascendentales en su personalidad.
Estos son los factores de riesgo más comunes que conducen a una depresión durante la adolescencia:
- Sufrir la muerte de un familiar o una amistad. El fallecimiento de un ser querido, ya sea familiar o alguien con quien se guarda una amistad, es un golpe duro para cualquier adolescente. Este evento de la vida puede desembocar en un episodio depresivo.
- Sufrir maltrato físico o psíquico. Ya sea en el seno familiar o en otro ámbito, el maltrato puede derivar en una depresión y en secuelas para toda la vida.
- Presenciar el divorcio de sus padres. Ver a los referentes de la familia separarse es una circunstancia que le pasa factura a muchas personas.
- Sufrir una patología. Ciertas patologías pueden contribuir a la aparición de los trastornos depresivos.
- Sufrir acoso escolar. El bullying ha causado numerosos problemas a una gran cantidad de adolescentes. La personalidad es más endeble en esta etapa, por lo que el ataque de sus pares puede desencadenar una depresión.
- Pasar por un fracaso amoroso. El fracaso del primer amor es uno de los momentos más delicados y una de las causas más comunes de depresión adolescente.
- Pertenecer al colectivo LGTB y no contar con apoyo familiar. En la búsqueda de la sexualidad propia, no tener el apoyo del seno familiar provoca un sentimiento de indefensión y soledad.
- Sufrir otros problemas de salud mental. Ciertos problemas de salud mental pueden funcionar como disparadores de la depresión.
- Consumir drogas. El consumo abusivo de alcohol y drogas influye en el estado emocional de la persona, acarreando numerosos efectos secundarios.
- Tener un mal rendimiento escolar. Cosechar malos resultados en la escuela puede hacer mella en la confianza de la persona. Si se prolonga en el tiempo, este factor puede incluso derivar en una depresión.
- Cambiar de residencia. Cambiar de ciudad o de casa es uno de los momentos más complicados para la persona adolescente, que siente que le sacan de su lugar de confort.
Una forma de detectar la depresión en adolescentes es acudir a un psicólogo. Foto: Unsplash.
¿Qué puedes hacer si tu hijo sufre depresión?
Prevenir la depresión en adolescentes es muy complicado y no existe ninguna fórmula mágica. Pero, si crees que alguien en tu casa la sufre, hay varias opciones que puedes explorar para ayudarle.
Promueve el diálogo
- Intenta hablar de su día a día, de lo que le preocupa o le molesta. Que sienta que puede hablar contigo de sus sentimientos sin censura.
- Reconoce cuando hace algo bien y díselo para que lo sepa, lo verá como un premio.
- Limita el tiempo que pasa frente a las pantallas e intenta pasar tiempo de calidad en su compañía.
- Fomenta la actividad física y las relaciones con otras personas al aire libre.
- Intenta reducir los focos que creen estrés (cambios bruscos, tareas excesivas, etc.).
- Ayúdale a analizar y a afrontar sus problemas desde una perspectiva diferente, más positiva.
Solicita ayuda en los servicios de salud pública
- Informa al médico de cabecera si ves síntomas relacionados con la depresión.
- En caso de que le envíen medicación, asegúrate de que la toma y de que no falte a ninguna consulta.
- Siempre ten a mano el teléfono de emergencias para solicitar atención médica en caso de necesitarla.
- Ten a mano una lista de personas de confianza que puedan ayudarte en caso de que los síntomas de depresión empeoren.
Terapia con un profesional de la salud mental
- La depresión en adolescentes es un tema de salud mental que tiene que estar en manos de psicólogos. Busca la ayuda de profesionales de la salud mental si detectas alguno de los síntomas que hemos descrito en este artículo, solo así quien los padezca podrá empezar un proceso de terapia personal.
- Comenta con el profesional de salud el historial médico familiar en relación con la depresión para que tenga un contexto más completo.
- Intenta que tus problemas afecten lo menos posible a tu familia (pérdidas, rupturas amorosas, problemas económicos, etc.). En caso de no poder controlarlo, puedes acudir a terapia también.
La depresión en adolescentes afecta su bienestar, su comportamiento y su estado físico. Siempre que puedas, es importante que tu hijo adolescente sienta tu presencia en su vida, de esa manera se sentirá apoyado y ayudado ante la presencia de la depresión.
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